Manejo y tratamiento de la pancreatitis aguda
*Importante: este grupo de diapositivas representa una interpretación visual y no pretende proporcionar ni reemplazar el consejo médico o clínico.
El páncreas es un órgano del aparato digestivo que tiene dos funciones importantes. Produce hormonas que regulan el azúcar en la sangre, así como también enzimas que descomponen los alimentos en el aparato digestivo.
En la pancreatitis aguda, las enzimas digestivas se activan prematuramente y comienzan a atacar al páncreas. Esto causa inflamación, que da lugar a síntomas que a menudo son lo suficientemente graves como para requerir hospitalización.
El consumo de alcohol y los cálculos biliares son los principales factores desencadenantes de la pancreatitis aguda.
Las opciones de tratamiento para la pancreatitis aguda dependen de la gravedad de la afección. El tratamiento inicial de la pancreatitis aguda es de apoyo. Se enfoca en dejar descansar al páncreas y en el manejo del dolor.
Debido a que el páncreas es estimulado por la ingesta, se restringe el consumo de alimentos y bebidas, y el paciente recibe líquidos por vía intravenosa para ayudar a mantenerlo hidratado. Los medicamentos contra el dolor y los vómitos también se pueden administrar por vía intravenosa.
La mayoría de las personas que presentan pancreatitis aguda solo requieren pocos días de hospitalización.
Sin embargo, aproximadamente uno de cada diez casos es más grave y requiere tratamiento en la unidad de cuidados intensivos.
Los riñones y pulmones pueden verse afectados, lo cual puede requerir diálisis o la colocación de un respirador.
También pueden formarse sacos llenos de líquido (o pseudoquistes) dentro del páncreas. Si los sacos se infectan u ocasionan síntomas, como dolor abdominal, obstrucción de la salida gástrica (como náuseas y vómitos) u obstrucción biliar (presentada como resultados elevados en los análisis de función hepática), será necesario drenarlos.
A veces, la cirugía es necesaria para extraer tejido pancreático muerto o infectado, o tejido alrededor del páncreas.
Algunos hospitales especializados pueden drenar el líquido sin cirugía, utilizando métodos endoscópicos mediante los cuales se inserta el tubo de drenaje en el estómago o el intestino delgado, o usando un procedimiento percutáneo mediante el cual se inserta un pequeño tubo de drenaje a través de la piel.
Si la enfermedad de la vesícula biliar fue la causa primaria de la pancreatitis, la vesícula biliar también puede extirparse para evitar futuros ataques.
La mayoría de las personas se recuperan de la pancreatitis aguda y se les recomienda seguir ciertos consejos adaptando su estilo de vida para prevenir futuros ataques y evitar una condición crónica o continua de la enfermedad.
Se les aconseja a los pacientes evitar el consumo de alcohol y los alimentos ricos en grasas, dejar de fumar, comer una dieta variada, rica en frutas y verduras, y mantener los niveles de triglicéridos dentro de los valores normales. Los medicamentos que puedan causar tensión en el páncreas también deben evitarse.
Sin embargo, algunas personas nunca se recuperan totalmente de un ataque. En casos poco frecuentes, el páncreas está tan dañado que ya no funciona correctamente. Esto se denomina insuficiencia pancreática.
En raras ocasiones, la pancreatitis puede ser tan grave que puede conducir a insuficiencia pancreática, la dieta se restringe aún más y se requiere tomar medicamentos para toda la vida (como el reemplazo de enzimas pancreáticas).