Pancreatitis aguda
*Importante: este grupo de diapositivas representa una interpretación visual y no pretende proporcionar ni reemplazar el consejo médico o clínico.
La pancreatitis aguda es la inflamación repentina del páncreas. Puede ser muy dolorosa y por lo general implica una estancia en el hospital. Alrededor del 5% de los casos son potencialmente mortales; por lo general cuando hay otros órganos comprometidos.
El páncreas es un órgano del aparato digestivo que tiene dos funciones importantes. Produce enzimas para descomponer los alimentos en el aparato digestivo, y también hormonas que regulan el azúcar en la sangre.
En la pancreatitis aguda, las enzimas que descomponen los alimentos se activan antes de salir del páncreas. Estas enzimas son tan poderosas que comienzan a atacar y digerir el tejido pancreático. Este proceso se llama autodigestión.
Las causas más comunes de la pancreatitis aguda son los cálculos biliares y el consumo excesivo de alcohol. Otras causas menos comunes son el traumatismo abdominal, los medicamentos, las infecciones, los tumores y las variantes genéticas o anatómicas Los triglicéridos elevados o los altos niveles de calcio en la sangre también están vinculados a la pancreatitis aguda. En algunos casos muy poco frecuentes, la causa nunca se descubre.
Los ataques de pancreatitis aguda son generalmente repentinos y se caracterizan por dolor intenso en el centro de la parte superior del abdomen, entre el ombligo y el pecho. El dolor se irradia hacia la espalda. A veces, el dolor puede presentarse en el lado izquierdo o derecho, o incluso más abajo en el vientre.
La mayoría de las personas también presentan náuseas y vómitos, y en algunos casos, fiebre.
Se puede diagnosticar pancreatitis aguda a través de análisis de sangre para determinar los niveles de enzimas pancreáticas. Las enzimas pancreáticas que generalmente se encuentran elevadas cuando los pacientes tienen pancreatitis aguda se llaman amilasa y lipasa.
El diagnóstico generalmente se confirma mediante una tomografía computarizada. De vez en cuando, puede utilizarse una resonancia magnética o una ecografía. El radiólogo observará el estudio para ver si el páncreas está inflamado o si hay líquido anormal alrededor de este.
A la mayoría de las personas que presentan pancreatitis aguda se les da de alta a los pocos días.
Sin embargo, aproximadamente 1 de cada 10 casos es suficientemente grave como para afectar otros órganos, como los riñones y los pulmones, y puede requerir una estancia más larga en el hospital. A veces, los pacientes tienen que ser tratados en la unidad de cuidados intensivos.
En casos muy graves, es necesaria la cirugía para eliminar las partes inflamadas del páncreas. Si la causa de la pancreatitis aguda estaba relacionada con cálculos biliares, se extirpa quirúrgicamente la vesícula biliar. Además, en algunos pacientes, el páncreas está tan dañado que ya no funciona correctamente para producir enzimas digestivas. Esto se denomina insuficiencia pancreática.
Después de un episodio de pancreatitis aguda, se aconseja a los pacientes que eviten el consumo de alcohol y tabaco, los alimentos ricos en grasa y triglicéridos, y los medicamentos que ocasionan tensión en el páncreas. Además, se motiva a los pacientes a mantenerse bien hidratados y a llevar una dieta variada y saludable, rica en frutas y verduras.