Pancreatitis crónica
*Importante: este grupo de diapositivas representa una interpretación visual y no pretende proporcionar ni reemplazar el consejo médico o clínico.
La pancreatitis crónica se produce debido a la inflamación prolongada del páncreas,…
… la cual finalmente ocasiona la destrucción irreversible del tejido pancreático.
La pancreatitis crónica se desarrolla lentamente y se desencadena principalmente por factores de estilo de vida en pacientes propensos, como consumo prolongado y en exceso de alcohol o tabaco, aunque este no es siempre el caso.
Otras causas menos comunes son los medicamentos que pueden ocasionar tensión en el páncreas; triglicéridos elevados; algunas enfermedades autoinmunitarias; y algunos trastornos hereditarios o genéticos, especialmente fibrosis quística y pancreatitis hereditaria. En algunas personas, la causa de la pancreatitis crónica nunca se descubre y sigue siendo un misterio.
El páncreas es un órgano del aparato digestivo que tiene dos funciones importantes. Produce hormonas que regulan el azúcar en la sangre, al igual que enzimas que descomponen los alimentos en el aparato digestivo.
Cuando el páncreas no funciona adecuadamente, la capacidad del cuerpo para digerir correctamente los alimentos se ve afectada. Esto significa que algunas personas con pancreatitis crónica no pueden obtener los nutrientes que necesitan de los alimentos que consumen.
Pueden tener problemas para digerir los alimentos correctamente o para mantener su nivel normal de azúcar en la sangre.
Esto puede dar lugar a enfermedades relacionadas con la nutrición, tales como debilidad en los huesos y pérdida de la visión. Algunas personas también pueden tener dificultades para aumentar o mantener el peso, y presentan dolor persistente.
El síntoma característico de la pancreatitis crónica es el dolor abdominal. El dolor puede ser intermitente o crónico, y con frecuencia es muy intenso, con dolores punzantes localizados en la parte superior del abdomen entre el ombligo y el pecho. El dolor puede irradiarse hacia la espalda y puede desencadenarse al comer, especialmente alimentos ricos en grasa.
A medida que la enfermedad evoluciona, el dolor puede ser más intenso y debilitante, y con frecuencia se vuelve constante. En algunos casos, puede ser necesaria la cirugía o el tratamiento endoscópico.
En los estadios avanzados de la enfermedad, pueden observarse heces grasosas y con olor fétido y pérdida de peso; esto por lo general son señales de insuficiencia pancreática exocrina. Igualmente, dependiendo de la gravedad y extensión del daño pancreático, algunas personas desarrollan diabetes.
Se utiliza una combinación de pruebas para diagnosticar la pancreatitis crónica. En algunas personas el diagnóstico es difícil debido al curso de la enfermedad; sin embargo, en otras es relativamente sencillo.
La tomografía computarizada de abdomen es la prueba que se utiliza con mayor frecuencia. También se puede utilizar la resonancia magnética o ecografía endoscópica para confirmar el diagnóstico.
En algunos casos difíciles de diagnosticar, la prueba de estimulación pancreática puede resultar útil. En esta prueba se estimula artificialmente el páncreas usando secretina. Esta prueba es costosa e invasiva, por lo que no se realiza con frecuencia.
Los análisis de sangre no son útiles para el diagnóstico de la pancreatitis crónica.
Aunque no existe una cura para la pancreatitis crónica, el diagnóstico y tratamiento temprano puede ayudar a demorar la evolución de la enfermedad. El tratamiento consiste en evitar los factores desencadenantes, como el uso excesivo de alcohol, el tabaquismo y los alimentos con alto contenido graso.
Otros tratamientos incluyen el manejo del dolor, la medicación, como la terapia de reemplazo de enzimas pancreáticas, y el mantener una dieta saludable con suplementos multivitamínicos y minerales.